Las Lágrimas de San Lorenzo
me dictaron desde el Cielo
en su rutilante vuelo
este tema que aquí trenzo.
En una noche serena
de Agosto y por San Roque
como el que saca un emboque
en una partida buena.
De montañesa bolera
con verbena y romería,
amor, juerga y alegría…
¡¡y a saber lo que espera!!
Donde el verano reluce
cuando el sol da sus dorados
cuando el verde de los prados
al azul del mar bendice.
Cuando el pueblo engalanado
con bandera y gallardete
solemne al Santo promete
lo que en la Misa ha rezado.
Templete en la plazoleta
la Iglesia voltea campanas
huele a jazmín y a violetas…
hay amor que se desgrana.
Luego ya en la procesión
entre canto y aleluya…
y la charanga que aturulla
se va mascando la acción.
La orquesta, la bulla y gritos
las camisas remangadas
y los vestidos cortitos…
la fiesta ya está liada
Uno baila y otro canta
y el más tímido se anima
no se turba la más santa
y vibra hasta la tarima.
Y hasta el cohete ruidoso
que sube para caer
pinta su color meloso
pues quiere dejarse ver.
Los mozos hacen promesas
y las mozas aspavientes
los licores en las mesas
vuelven al viejo valiente.
La noche en su cerrazón
se atreve con los descuidos
y da motivo a la ocasión…
para coger lo que pido.
Vasos rotos y botellas,
papeles volando al viento
el sueño de las estrellas
y… ¿qué decías? ¿qué te cuento?
Adioses y despedidas…
entre marcados bostezos
sólo una vela encendida
en el Altar deja un rezo.
Ya al final la batahola
con el alba se suspende
cuando el gallo da su ¡hola!
y otro día nos sorprende.
Y por la estrecha calleja…
tonada de un borrachín
que entre eses ya se aleja
y pone a la fiesta fin.
Tinuco
