miércoles, 2 de noviembre de 2016

COSUCAS DE POCA COSA









Un ojo por el rabillo,
en párpado camuflado,
a sombra que va de lado
la divisa como brillo.

Y en la mayor negrura,
manos que no pueden ver,
si se tocan, aseguran
que las dos son del mismo ser.

Sin necesidad de hablar
y sin un labio movido,
entre el mayor de los ruidos,
tú te podrás escuchar.

O ser sordo a las voces
que gritan desaforadas,
y más, cuando reconoces
que el grito no dice nada.

Puedes reír y estar triste
y llorar de puro gozo,
soñar lo que nunca viste
y con la edad verte mozo.

Y sentir con emoción
al imaginarte lances,
que logras con tus alcance
s darle al Mundo solución.

Ahora decir, que te quiero
para siempre ¡vida mía!
y “el siempre” se quede en peros…
cuando pasan cuatro días.

Estar de acuerdo contigo
a la hora de levantarte,
y dar con el contradigo
a la hora de acostarte.

O contar una mentira
afirmando que es verdad,
o verdad que si la giras
se te queda en la mitad.

No pienses que tus ideas
siempre serán inmortales,
pues tú las crees, o las creas,
pero para otro no valen.

Son las idas y venidas
del sentir de los sentidos,
son herencias adquiridas
del “hoy da”, “mañana pido”.

Cosucas de poca cosa,
pero es cosa de pensar,
la mente es maravillosa
pero se ha de controlar.

Tinuco

No hay comentarios: