martes, 20 de diciembre de 2016

POSTAL NAVIDEÑA

Yo que no soy cristiano,
ni moro, ni judío,
ni tengo religión,
te ofrezco mis dos manos
con toda la ilusión.

Si a mi puerta llegas,
mi puerta se abrirá,
yo te daré mesón
y limpiaré las llagas
de tu alma y corazón.

Preparados tengo alimentos
que, aunque frugales, son puros
y una manta de albardilla
que te librará de vientos
y de malas pesadillas.

Una almohada, una estera,
una lumbre con calores,
un abrigo resguardado
y una verdad austera
para ti, porque has llegado.

Mi voz será una tonada,
que de forma genuina
te dará leal mensaje,
entonado de alboradas
y perdido en el paisaje.

Mi mirada será brisa,
mis gestos acompasados
de entera afabilidad
y, sobre todo, una sonrisa
que dibuje lo que es PAZ.

Y al partir a tu destino,
recuerda, no soy cristiano,
ni moro, ni judío
y no tengo religión,
soy uno más en el camino
que te ofreció sus manos
por una humana razón.

Tinuco